28.4.18

Soñé...

--  (Érase una vez, y dos son tres...)
'Hace ya varias madrugadas, dando los últimos cabezazos, (en realidad muy largamente entrada la mañana-- ) soñé vívidamente que se despejaban las nubes negras de mi depresión y encontraba energía y ánimo para evaluar y organizar los bienes y valores acumulados sin ton ni son entre las diversas habitaciones y los baúles depositados en el sótano: lograba así, consecuentemente, recoger bártulos, guardar pertenencias, empacar maletas y, por fín, abandonar el caserón familiar, bohío moderno que me había dado por denominar 'Refugio Caribeño de los Caballeros Templarios', por su centro de estructura octagonal.
Con suerte y diligencia, completaría las tareas autoimpuestas antes de que los alguaciles del tribunal del pueblo del chicharrón llegaran a ponerme--¡tan gentilmente!-- de patitas en la calle, según maquinado por los abogados de la familia...'
(--en homenaje a Don Pío Baroja, cuyas novelas me han instruído y distraído en las largas noches insomnes de tormentoso invierno tropical, entre sorbos de infusiones de tila con miel y jarabe para la tos...y muy tristemente como despedida de duelo para Elizardo, que ya nunca me leerá...)
...¿continuará...?